PENSAMIENTOS

Que rápido pasa el tiempo, o que lento si lo que estás haciendo no te gusta.

De todas formas, el tiempo ese que parece tener nombre y cuerpo, no existe, no tiene forma ni esencia, solo permanece en estado dentro de nuestra mente.

De esa mente  que al igual que se expansiona, se engulle así misma como un muelle y luego desaparece en una nada, donde los pensamientos se disipan y todo se pierde, desde el contacto con una realidad hasta los recuerdos de lo vivido.

Esa nada que no tiene forma, ni pensamiento que pueda explicarla, ni es negra ni blanca, ni tiene forma ni materia. Cuando uno llega a ella se olvida de sí mismo y de su existencia.

Nuestros miedos nos atan a esta existencia infinita.

El no querer desaparecer nos lleva  a un sufrimiento perenne y de una vida a otra. Somos lo que nos creemos que somos, y nos movemos porque así lo recreamos. ¿Qué pasaría si nos dejáramos caer? ¿Si nos abandonáramos al abismo del infinito? Yo lo sé, por eso surgen mis miedos y me atrapan en este mundo de ilusión y emociones. El miedo a desaparecer es mi cárcel y al mismo tiempo mi existencia.

Quizá algún día de ese paso y me abandone a mi suerte, o quizá simplemente deje de pensar y dejo que lo que tenga que ocurrir ocurra.

El abandono de todo quizá nos libere, pero lo que si se cierto es que mientras mi mente ocupe mi atención y la alimente mi ser seguirá su existiendo.

Agartha